Con tu dedo pincel
dibujabas formas atrevidas
sobre mi vientre.
Dejaste todo tu paisaje sobre mi piel.
Mi boca buscaba otro espacio,
otro cielo robado de tus ojos.
Y encontré tu calor,
pájaro rojo escondido en tu sangre.
Y te supe hombre de pan,
dibujando ventanas y horizontes
en el aire.
Me interne en tus espejos
y descubrí tus mil imágenes,
trepe por tus muros,
y derribe tus almanaques.
Nuestros cuerpos fueron algas,
y las manos inventaron un nuevo lenguaje,
Tus formas coloridas
dejaste en mi,
bebiste de mi cáliz,
y yo me embriague de ti.
Fuimos uno,
fuimos dos,
y como un buen truco de magia
anoche nos perdimos en la madrugada.
martes, 19 de junio de 2007
Publicado por
Cynthia Harte
en
19:34
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario