Cuando duelen las mañanas
y el amor se vuelve luz mortal
acorralando viento y soledad,
digo: me voy… y no puedo.
Escucho la vida
que disfrazada de terciopelo
me rescata,
me devuelve a la memoria
un anochecer en la playa de un Te amo.
En algún lugar se ríen…
en algún lugar aman,
(Espejo en las sombras
de la calle gris y lenta).
Y caminando el día,
se cruzan el sol, la lluvia,
un fruto dulce y un licor amargo.
Un te amo,
un adiós,
un me voy…
y no puedo.